La subasta de las promociones públicas de alquiler Verona 203 parece ser una decisión inamovible. Así se lo transmitieron representantes de la EMVS (Empresa Municipal de Vivienda y Suelo) a los vecinos afectados por esta medida, durante la reunión mantenida el pasado mes de abril. Los vecinos no estaban solos, les acompañaban miembros de la FRAVM (Federación Regional de Asociaciones de Vecinos de Madrid) y de AVIB (Asociación de Vecinos Independiente de Butarque), que manifestaron abiertamente su rechazo a la venta de estas viviendas a una empresa privada. El motivo, según manifiestan, “la situación de inseguridad jurídica en la que quedarán los actuales inquilinos”.
Los 276 pisos de esta promoción, ubicados en la calle Berrocal 52 y 56, van a ser gestionados, en breve, mediante la puesta en marcha de una nueva política de alquiler que no ha dejado indiferente a nadie. Desde que se conociera la decisión, los afectados intentaron, mediante varias movilizaciones, reuniones y reclamaciones, que la Administración diera marcha atrás en su decisión. Ahora, estudian recurrir su situación por vía administrativa y judicial. “Parece que sólo nos queda eso”, aseguran. Y es que, desde la EMVS aseguran que las viviendas no se convocaron, ni se contrataron con opción a compra, pese a que los vecinos manifiestan que en la publicidad de los pisos sí que aparecía esta opción.
Discrepancias aparte, los vecinos de Verona 203 aprovecharon la reunión para denunciar las deficiencias que sufren algunos de los bloques. Se trata de problemas de construcción, que están provocando la aparición de humedades y grietas, así como de otros desperfectos que han publicado en su blog http://verona203afectados.blogspot.com. Una situación que los representantes de la EMVS se comprometieron a estudiar y a resolver. El mismo compromiso que adquirió el candidato socialista a la alcaldía madrileña, Jaime Lissavetzky, durante su visita, el pasado 25 de abril, asegurando además que, de resultar elegido, buscará la mejor solución posible para los afectados.
Por su parte, las asociaciones de vecinos continúan recogiendo firmas para impedir que la venta de lleve a cabo.
