Políticas que fomenten el alquiler y la vivienda protegida son algunas de las posibles soluciones que el Consejo de la Juventud de la Comunidad de Madrid propone para mejorar los últimos datos sobre el acceso de los jóvenes madrileños a una vivienda.
El Observatorio de Vivienda Joven en España (OBJOVI) ha adelantado los resultados correspondientes al primer trimestre del año sobre el mercado urbanístico del país y el acceso al mismo de los más jóvenes. Los madrileños son los peor parados en este estudio, pues deben destinar el 81,7% de sus ingresos a la compra de un vivienda y el 46,8% de los ingresos si se trata de un hogar joven, 16 puntos por encima de la media del conjunto de España. Todo ello pese a ser también los jóvenes con mayor poder adquisitivo y pese a experimentarse una de-saceleración acentuada en el precio medio de la vivienda libre, ya que en el último año sólo ha crecido un 5%.
El esfuerzo medio de una persona joven en España para acceder a una vivienda libre asciende al 66,3% del salario. Muy por encima, junto a Madrid, superan también el 80% del salario individual jóvenes de otras provincias como Vizcaya, Guipúzcua, Barcelona o las Islas Baleares. En el extremo opuesto, con ratios por debajo del 45% del salario medio, se hallan Teruel, Cáceres, Ciudad Real, Cuenca, Lleida, Badajoz y Palencia.
El propio Observatorio de Vivienda Joven destaca también que la cuota mensual de una hipoteca tipo no debería exceder el 30% del salario como umbral máximo tolerable de endeudamiento. Una utopía inalcanzable para la mayoría de las comunidades españolas y a la que sólo se acerca Extre-madura con el 32,72%. De esta forma, en Madrid, la diferencia entre ingresos necesarios e ingresos reales es del 172,22%.
Todos estos datos contribuyen de manera innegable a que entre el cuarto trimeste de 2006 y el primer trimestre de 2007 la población joven emancipada apenas haya aumentado en un 0,30%. Así, la tasa media de emancipación en España se sitúa en el 44,4%, presentando una gran variedad según el sexo, la edad o la Comunidad Autónoma a la que pertenece. Por ejemplo, en Madrid, la tasa de emancipación de los hombres se sitúa en el 36,5%, mientras que la de las mujeres supera mínimamente el 50%.
