Más de 3.000 propietarios ya se han inscrito en la bolsa del Plan Alquila, que actúa como intermediaria entre ellos y sus inquilinos. Alquileres de 500 a 600 euros con todas las garantías jurídicas, adaptados al nivel adquisitivo de quienes hasta ahora no habían podido hacer realidad el sueño de una digna emancipación. Por ejemplo, María, que es estudiante de psicología y desde marzo reside en el distrito de Chamartín, vive en un piso arrendado a través del Plan Alquila. “Desde el primer momento me asesoraron en la búsqueda y después en la firma de un modelo estándar de contrato”, explica María.
Beneficios como inquilinos
Asesoramiento en la búsqueda de las viviendas, según los criterios de precio y zona, proporcionando rentas adaptadas a las necesidades adquisitivas del inquilino. Además, no es necesario aval bancario, puesto que la Comunidad financia un seguro de 24 meses que cubre el posible impago de las rentas, los desperfectos y averías que se produzcan en la vivienda. Con respecto al contrato -redactado siempre dentro de los márgenes legales-, su duración será como mínimo de un año, prorrogable hasta cinco, como marca la ley.
Beneficios para los propietarios
Un servicio de rehabilitación y puesta en uso, que supone el mantenimiento de la vivienda. Inquilinos a la carta, escogidos con la ayuda de un asesor personal de una bolsa de vivienda que ha puesto a su disposición el Plan Alquila. Esta bolsa está reflejada en un mapa de las viviendas disponibles y demandantes. También contará con un seguro multirriesgo del hogar y un servicio jurídico gratuito en caso de impagos.
Ambas partes tienen asesoramiento
sobre las deducciones fiscales que supone el arrendamiento en las declaraciones del IRPF.
Se accede a él a través del 012 o en la dirección de correo electrónico: [email protected].
