La lucha de los vecinos de la calle Ónice y alrededores para evitar la instalación de una antena de telefonía móvil sigue en marcha.
El pasado 29 de mayo se celebró un acto festivo que sirvió de denuncia. La cita fue frente a la azotea que la inmobiliaria Larcovi ha alquilado a Vodafone y Movistar, y donde se pretende instalar dicha antena. Durante el acto se desplegaron pancartas reivindicativas y se entregaron folletos que informaban sobre la contaminación atmosférica.
EL DISTRITO ya publicó en noviembre de pasado año la denuncia de estos vecinos. Uno de los puntos en los que se basan para rechazar la instalación de la antena es la proximidad del futuro repetidor a dos colegios, el Plácido Domingo y el Tirso de Molina. Y es que, ante las dudas de la inocuidad de este tipo de contaminación, los vecinos pi-den que se aplique el principio de precaución.
Durante esta jornada festiva las familias informaron también de la situación actual del expediente que se está llevando a cabo para la no instalación de la antena. El 26 de mayo se comunicó a los afectados que dicho expediente está aún sin resolver. Recordaron además que es fundamental que los vecinos estén pendientes de la concesión de la licencia, ya que una vez aprobada, hay un plazo de dos meses para recurrirla.
Recientemente la OMS (Organización Mudial de la Salud) ha clasificado la radiofrecuencia como carcinógeno tipo 2 B. Los vecinos no entienden la reacción de la Sanidad Pública Española, “tranquilizando a los consumidores sobre el uso del móvil”. Por eso, la PECCEM (Plataforma Estatal Contra la Contaminación Electromagnética), vuelve a exigir que el Gobierno regule este tipo de instalaciones.
