Prepara tu monedero si quieres practicar deporte en la pistas elementales situadas frente a la antigua fábrica de cervezas Águila.
Un grupo de personas llevan varios meses exigiendo dos euros a los vecinos que quieren utilizar las canchas públicas situadas en la calle Ramírez de Prado. Es una práctica habitual que hacen, sobre todo, pandillas de origen latino, y que no se da sólo en Arganzuela, sino también en Villaverde y Usera.
Se colocan desde primera hora de la mañana a la puerta de las instalaciones, y no se mueven de allí en todo el día. Su misión: no dejar pasar a nadie que no pague antes su “impuesto”. Este problema ha sido llevado al Pleno Municipal del mes de julio por el grupo socialista, que presentó una proposición en la que denunciaba la situación exigiendo que se tomen medidas para poner fin a esta práctica ilegal.
El concejal portavoz socialista, Óscar Iglesias, ha explicado a EL DISTRITO que en el fin de semana del 21 y 22 de junio un vocal vecino se acercó a las pistas para conocer la situación in situ y allí confirmó que tenía que entregar 2 euros a una persona que estaba sentada en los barrotes de dicha pista.
Tras dirigirse el vocal a dicha persona para comentarle que si sabía que lo que estaba realizando era ilegal, le contestó que lo llevaba haciendo hace tiempo y que nunca había tenido ningún problema.
Mayor presencia de la Policía
En la proposición presentada por el Partido Socialista se exigía, por un lado, que se controlen las pistas elementales del distrito con una mayor presencia de la Policía Municipal, puesto que se han producido situaciones violentas al negarse algunos vecinos a pagar este dinero.
Por otro lado, se pide que se cumpla el horario de las pistas, que deben cerrar a las 22 horas, y que, según la denuncia socialista, hay ocasiones que a la 1 de la madrugada permanecen abiertas e iluminadas, con personas jugando con mucho ruido, perjudicando a los vecinos. La proposición fue aprobada en el Pleno, a pesar de que desde el Partido Popular se afirmó que desconocían la situación. Iglesias nos ha explicado que al menos “la buena voluntad existe, esperemos que se cumpla lo prometido, ya que esta situación es bochornosa para los vecinos”.
