Alrededor de 80 personas se concentraron el pasado 9 de junio frente al Centro de Especialidades de Pontones. La Asamblea Popular de Arganzuela, nacida tras el movimiento del 15-M, les había convocado allí para protestar por la privatización de los servicios sanitarios.
Rodeados por agentes de policía nacional, los asistentes corearon lemas como ‘la Sanidad no es un negocio’ o ‘no somos clientes, somos pacientes’. Después leyeron un manifiesto en el que defendían una “Sanidad pública de calidad e independiente de los intereses privados como los de la multinacional Capio, que gestiona, entre otros, el Centro de Pontones o la Fundación Jiménez Díaz”.