Dos de los más estrechos colaboradores de Enrique Tierno Galván –Juan Barranco, que fue su sucesor al frente de la Alcaldía de Madrid, y Eduardo Huertas– se acercaron al jueves a la sede de la Agrupación Socialista de Barajas para recordar al “viejo profesor” y repasar su trayectoria vital y política, coincidiendo con el trigésimo aniversario de su muerte. Barranco destacó que Tierno Galván era un “gran intelectual” y, a la vez, un “hombre de izquierdas”, “comprometido” y “socialista desde siempre”. “Demostró que se puede ser un gran intelectual y un hombre con compromiso político”, apuntó. El exalcalde, que conoció a Tierno en la época de la clandestinidad, recalcó que su antecesor “transformó Madrid pero que Madrid también lo transformó a él”. “Encontró su destino como alcalde de la capital”. Sobre su gestión, dijo que Tierno Galván diseñó un nuevo modelo de ciudad con una apuesta decidida por equilibrar las dotaciones de los distritos, con un mayor énfasis en la participación ciudadana – “compartió el poder y abrió el Ayuntamiento, incluso con mayoría absoluta”, indicó- y con una enorme proyección internacional de Madrid. En esa época, por ejemplo, la Organización Mundial del Turismo fijó su sede en la capital.
Pero, además, según Barranco, el “viejo profesor” logró transmitir una idea de ciudad como “espacio común” y “se ganó el respeto de los vecinos”, incluso de los que no eran de izquierdas, por su cercanía. “Siempre estaba a pie de obra”, dijo. En el final de su vida, añadió Barranco, el “viejo profesor” llevó su enfermedad “con estoicismo”. “No le vi quejarse ni una sola vez”, recordó.
