El Grupo Municipal de Izquierda Unida de Barajas llevó al último Pleno del año una propuesta que contó con una gran acogida general. Esta consistía en instar a Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA), a que proceda a la ampliación de la huella sonora del aeropuerto Madrid-Barajas; y por tanto, se realicen de forma inmediata las obras de aislamiento de los bloques de viviendas recogidos en el informe del año 2000 del Ayuntamiento de Madrid. Y es que, según indicó el concejal del distrito Tomás Serrano, la última huella se hizo usando como referencia las operaciones a 31 de diciembre de 2005, y sin tener en cuenta los vuelos que utilizan las nuevas pistas de la Terminal 4, “por lo que esta revisión permitirá incluir viviendas que ahora están excluidas, al tomar como base los datos de vuelos de 31 de diciembre de 2007”.
Propuesta de la FRAVM
Fue la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos de Madrid quien, en 2007, realizó esta propuesta ante la comisión ordinaria de Medio Ambiente del Ayuntamiento. Aquí, la asociación criticaba que “sólo un tercio de las viviendas, reconocidas como afectadas por el estudio municipal de marzo de 2000, han sido reconocidas por AENA y se han beneficiado de las medidas contempladas por el Plan de Aislamiento Acústico (PAA), que exige la declaración de impacto por la ampliación del aeropuerto”. El problema estaba concretamente en las viviendas de los números impares de la calle Bergantín. “Estos vecinos viven a escasos 10 metros de los números pares, que sí fueron incluidos en el PAA. Bloques de cuatro plantas están afectados, y justo enfrente, bloques de nueve plantas no lo están. Extraño sistema de medición tiene AENA”, señalaba la FRAVM. Ahora todos los partidos políticos del distrito intentarán mejorar esta situación.
