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Los Propósitos de una vida (Parte I)

Todos sabemos y tenemos claro que sin objetivos, sin metas, sin deseos, sin sueños que cumplir, es complicado transitar por la vida. Ya que si no sabemos dónde vamos, dificilmente nuestras elecciones tendrán un sentido, sea cual sea estas. Es primordial para darle sentido a nuestra existencia, tener planes para conseguir que esos sueños se conviertan en metas a corto y medio plazo, y objetivos a largo plazo.

Vamos a intentar vivir el presente, disfrutando de ese camino hacia el cumplimiento de un objetivo. Una vez alcanzado podríamos considerar que hemos conseguido triunfar y si el camino ha sido el adecuado; nos ha dado sinsabores y tropezones, por supuesto, nadie ha dicho que sea fácil, pero al fin, las satisfacciones han sido más y mejores. En definitiva cada vez que nos hemos caído hemos aprendido a levantarnos una vez más y mejor.

Y si somos triunfadores desde el minuto uno lo cual nos hará tener, cierta sensación de satisfacción, verificando normalmente lo felices que hemos sido en el pasado. Pero , nos olvidamos de lo felices que somos aquí y ahora, por lo difícil que resulta vivir el presente, para el común de los mortales. Y todo ello sucede por varios motivos, pero vamos a exponer sólo alguno de ellos; nos consideramos triunfadores y felices…

Primero, cuando somos capaces de adaptarnos al entorno y circunstancias que nos rodean, con tal de alcanzar nuestros sueños, objetivos. Si aceptamos y fluimos con los imponderables, es decir, como el agua que adopta la forma de cualquier recipiente, sin perder sus características, su esencia.

Aprovechamos esos imponderables en nuestro beneficio no sólo mediante la adaptación a ellos, sino que los cambiamos poco a poco,como el fluir del agua en los meandros, que con el tiempo, la paciencia y la perseverancia de esta, cambian su fiseonomía en una constante adaptación. No habrá entonces, lucha sin resistencia, toda acción nos acercará a los cambios, y si el trabajo ha sido el adecuado estos cambios, serán a mejor.

O también, ahora sí, luchando contra los ponderables, para tocar nuestras metas, cumplir nuestros sueños. Una vez más el agua como elemento, es el ejemplo de la fuerza y el poder que pueden ejercer cuando se encolerizan, todo lo destruye, todo lo cambia, no hay nada que se le resista.

Me doy cuenta que expresado así, podría parecer que el fin justifica los medios, nada más lejos de mi intención y  actitud. Nadie puede ser feliz y triunfar si no le acompañan virtudes y valores, o sea, si su vida no tiene algo más que objetivos y a esto lo vamos a llamar Propósitos… (Continua)

Fco Javier Clavero Champsaur

Del Libro: ¿Abandonas? ¡Jamás abandones!

Reflexiones para la Motivación

 

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