La Fundación Amigó inauguró el 1 de octubre un centro para chicos con problemas de violencia doméstica. El centro cuenta en principio con ocho plazas que se podrán ampliar a 12 a partir de enero. Los menores realizarán “escuelas de convivencia” y talleres socioeducativos. Además, se dotará de apoyo psicológico y educativo a las familias de los menores para reestablecer pautas de relación con sus hijos.