En la Colonia Velázquez llevan conviviendo numerosas familias desde hace más de 60 años. La distribución de este ámbito, con varias plazas entre los bloques y zonas verdes, les convierte en privilegiados. Cuentan con espacios denominados privados de uso público, de cuya limpieza se encarga una persona remunerada con dinero de la propia asociación de vecinos.
Concretamente, es una de estas zonas por las que recientemente han surgido las quejas de algunos residentes. Se trata de la Plaza de las Hilanderas, en la que hay una especie de cancha de cemento. Todos los fines de semana y festivos esta ‘cancha’ se llena de personas que se dedican a jugar al voley. Se reúnen allí familias enteras, que además de jugar, beben y comen. Algo por lo que no se quejarían los vecinos si no fuera porque después “lo dejan todo sucio”. “Es muy desagradable que los niños que van a jugar se encuentren con litros de cerveza y suciedad”, explica Juan Carlos Hernández, de la A.V.
La Junta Municipal ha explicado que hace cuatro o cinco meses se realizó una intervención por ‘botellón’, pero que desde entonces no han vuelto a recibir ninguna queja.
Más luz para la zona vallada
Otro de los problemas que han denunciado estos vecinos es la falta de iluminación en la zona trasera de esta Plaza de Hilanderas. Hay un ámbito que fue vallado hace aproximadamente 14 años, según ha explicado la A.V., como compensación por las molestias causadas por las obras de la Línea 11 de metro. “El vallado se realizó mediante un convenio entre el Ayuntamiento, la Comunidad de Madrid y la empresa que realizó la obra del Metro”, explican desde la asociación. Al vallar esa zona, dentro quedaron 5 farolas, que han iluminado esa parte y que han sido controladas desde entonces por Urbalux, la empresa del Ayuntamiento que se encarga del alumbrado. Pero hace unos meses, y sin previo aviso, esas farolas se apagaron. Los vecinos llevan desde ese momento pidiendo una explicación para este corte de luz. Desde el Ejecutivo comentan que esas farolas se encuentran en una zona privada de uso público. “Lo que se ha hecho es cambiar esas farolas por otras nuevas, que se han instalado a pie de calle -continúan- evitando así complicaciones en el mantenimiento, porque no hace falta abrir la valla”. Los vecinos, sin embargo, siguen defendiendo que lo que no entienden es por qué nadie les ha avisado ni explicado las causas de este corte, y se quejan de que las nuevas farolas no dan la luz necesaria para esa zona.
