La Audiencia Nacional ha condenado al Ministerio de Defensa al pago de 60.000 euros a la hija de una anciana de 81 años, que en un principio no tenía problemas graves de salud y falleció.
El ‘Defensor del Paciente’ ha dado a conocer este caso que se remonta al 7 de junio de 2013, cuando la afectada fue intervenida en el hospital Gómez Ulla de Carabanchel, concertado con el Instituto Social de las Fuerzas Armadas. En una primera operación hubo un error técnico, ya que le fue lesionada la vía biliar, con fuga de líquido que se suturó al día siguiente. El líquido se alojó en la cavidad abdominal y los médicos no observaron nada extraño en el postoperatorio.
A la complicación en la operación se añadió un retraso en el diagnóstico, según la sentencia, que indica que transcurrió más de una semana en la que la paciente empeoró su salud hasta una “extrema gravedad”. De hecho, se le intervino durante ocho horas de extrema urgencia llegando al borde de la muerte.
Dada de alta en mal estado
La afectada estuvo ingresada en la UCI hasta el 4 de julio del mismo año, dos semanas sedada, intubada e incluso llegó a tener fallo multiorgánico que obligó a hacer una diálisis. Al cabo de ese tiempo hubo una mejora, pero tuvo que ser intubada nuevamente a causa de una complicación, llegó a perder sangre por el ano (rectorragia). A pesar de todo fue dada de alta el 27 de julio.
La anciana visitó en varias ocasiones el Gómez Ulla por rectorragias agravadas por anemia. "Allí se desentendieron del problema y se decidió enviarla al Gregorio Marañón para que los cirujanos de allí se atrevieran a intervenir", revelan desde ‘El Defensor del Paciente’. En el centro hospitalario intentaron detener la hemorragia masiva, pero la mujer ingresó en tan mal estado, que no fueron capaces de elevar su tensión, falleciendo el 25 de agosto de 2013 por “shock hemorrágico secundario a rectorragia masiva”.
