En el campo de Vía Lusitana que usa ahora la escuela los árboles están dentro del terreno de juego, los cables del alumbrado han sido arrancados y los calentadores de los vestuarios han sido pagados por los propios socios.
Cuatro meses después de ser clausurado por su deplorable estado, el Ayuntamiento de Madrid no ha movido un dedo para arreglar el Campo de la Colonia Velázquez y sus vestuarios, según el dirigente de IU. La decisión del cierre obedeció a la denuncia de IU sobre el peligro que corrían los chavales ya que hasta se llegaron a caer cascotes del alero, pero las medidas se quedaron ahí. La Escuela de Fútbol de Carabanchel, que utilizaba este recinto para que entrenaran y jugaran sus 350 alumnos, tuvo que trasladarse al cercano campo de la Vía Lusitana pero, como todavía no ha sido homologado por la Federación por la falta de requisitos, los partidos oficiales los tiene que jugar de prestado en el campo de Las Cruces del Puerta Bonita. Por lo visto, la Junta no ha encontrado ninguna empresa que acometiera las modificaciones exigidas para su homologación federativa. Entre otras, cabe imaginar, que los árboles no estén dentro del terreno de juego como están actualmente.
Segun IU,la situación es tan crítica para esta escuela con más de veinte años de trayectoria que se han tenido que pagar de su bolsillo los calentadores para los vestuarios que exige la normativa. Por su parte, el campo clausurado de la Colonia Velázquez ha quedado como lugar de recreo para los alumnos del Colegio Cervantes aunque la zona ni siquiera tiene bancos ni papeleras de tal modo que son los propios responsables del centro quienes sacan sus bolsas de basura.
“La falta de atención hasta el abandono total es pues más que evidente, apunta el portavoz municipal de IU, Ángel Pérez, y tampoco parece que sea la crisis económica la que sirva de coartada pues según constatan quienes gestionan la escuela y los propios jugadores este estado deplorable se arrastra desde hace más de cuatro años”. “Esto es cualquier cosa menos apoyo al deporte base”.
Pérez recordó además que “lejos de tratarse de un caso aislado la desatención del equipo de gobierno hacia este tipo de instalaciones de barrio ha sido la norma”. Para sustentar esta apreciación se remitió “por ejemplo, al abandono también denunciado por IU de la ampliación del polideportivo Gallur apenas tres años después de su inauguración o la alarmante falta de dotaciones, cuyo ejemplo más extremo es el caso del distrito Centro sin ningún polideportivo desde hace casi tres años sin olvidar el estado de pésima conservación de las dotaciones básicas”.
