Unas 10 ó 12 familias de nacionalidad rumana se han adueñado de una parcela situada en la calle Antonia Rodríguez Sacristán, en pleno centro de Carabanchel Alto, desde hace unos cuatro años. Allí, entre escombros, basura y suciedad han construido sus “viviendas” donde dan cobijo a sus familias entre las que se encuentran niños que viven en un ambiente de insalubridad importante. Según los vecinos, hace algo más de un año se barajó la posibilidad de que en dicho poblado se estuviera produciendo un brote de tuberculosis “una mañana vinieron una serie de facultativos de la Comunidad de Madrid con mascarillas y guantes para desinfectar de alguna manera la zona. A partir de ahí ya no hemos vuelto a tener más noticias de este asunto”, explica Amparo Golderos de la Asociación de Vecinos de Carabanchel Alto.
Para los vecinos de la zona los mayores problemas se producen cuando llega el frío. “Queman de todo para calentarse los humos se extienden por toda la zona, incluso se meten en las casas”, señala Amparo. Inluso se ha llegado a sospechar que la procedencia de esos humos sea producida, en ocasiones, por la quema del cobre procedente de los cables de la luz que arrancan de diferentes puntos del distrito ocasionando importantes apagones. “Lo malo de esta clase de asentamientos es que se empieza por una familia pero rápidamente se instalan más. No podemos permitir que se creen esos guetos”.
Se están tomando medidas
Según fuentes de la Junta Municipal este terreno pertenece a dos propietarios privados que ya han denunciado la situación. “La Junta lo único que puede hacer es obligar a estos propietarios a mantener en perfecto estado de salubridad ese terreno o limpiar y después pasar a los dueños la factura pero nadie puede echar a esas familias hasta que no se disponga de una orden judicial”. El pasado 20 de octubre el concejal, Carlos Izquierdo, se pasó por la zona para mantener una conversación con la comunidad de vecinos. Durante la misma, les mostró su apoyo para conseguir solucionar el problema juntos.
