En el Debate del Estado de la Nación, el PP y Mariano Rajoy han vuelto a poner en marcha la maquinaria de su política de oposición durante estos tres años: el ataque sistemático contra el Gobierno y contra el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, utilizando el terrorismo de ETA como arma contra el Estado y el sistema democrático.
El PP ha tardado muy poco en volver a utilizar el terrorismo y ETA como elementos de oposición contra el Gobierno. La unidad que tanto propugnaban contra el terrorismo ha vuelto a durar lo que Gara ha querido, ya que el PP hace más caso de los comunicados de los terroristas que de las informaciones de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado.
En el debate Rajoy ha pedido las actas de las conversaciones hasta cuatro veces, las mismas que el Gara ha publicado y que publicó tras la tregua rota cuando gobernaba Aznar y el propio Rajoy, lo que pasa es que hoy no dice lo mismo que decía hasta hace tres años, que a los terroristas no se les tiene que hacer caso ni dar pábulo en sus comunicaciones. Lo que no dice Rajoy es que hace tres años y un poco, un 11 de marzo, Gara comunicó la información que el mayor atentado cometido en España no había sido ETA, igual que hizo Otegi; en ese momento, este portavoz del PP de Aznar dijo que a los terroristas y a sus medios no se les debía de hacer caso porque mienten siempre, tal y como este partido de oposición de grupúsculo extraparlamentario hace: mentir y mentir.
Pido al PP cordura, les solicito que ejerciten la memoria y vuelvan a tener una actitud respetuosa con los ciudadanos, y que dejen de utilizar el terrorismo y los muertos para atacar al Gobierno y al Estado de Derecho. Exijo que actúen con lealtad en la defensa de la vida y la democracia, que dejen ya de engañar y crispar con los muertos tal y como llevan haciendo desde el mayor atentado de la historia que tiene un gobierno a sus espaldas: el del 11-M y las mentiras de su autoría a las que todavía siguen sin renunciar.
