“El consumo de cebollas podría prevenir determinados tipos de cáncer”. Las cebollas, y dentro de ellas las de sabor más fuerte, tienen propiedades anticancerígenas, según un estudio de la Universidad de Cornell (Nueva York, EEUU) en el que se ha determinado que estas cebollas inhiben el crecimiento de células de cáncer de colon y de hígado. El trabajo se ha hecho con extracto de cebollas frescas crudas sin piel, aplicando el extracto a las células humanas.
Las cebollas crudas contienen quercetina, una sustancia de gran poder antioxidante, que ha sido relacionada, aparte de con el cáncer con la reducción del sodio y del colesterol. El estudio fue publicado en Journal of Agricultural and Food Chemistry.