Tras la lectura de su reportaje sobre los destrozos de los perros en el parque de Valdebernardo, “según los vecinos de la zona”, quiero hacer oir las voces de los “otros” vecinos. El parque de Valdebernardo está siendo destrozado:
Primero, por la dejadez de la Administración, que todavía está decidiendo si es privado, de la Comunidad o del Ayuntamiento.
Las luces del parque funcionan al 30% (dicen que no hay presupuesto para arreglos).
El lago (parece la ciénaga de Shrek), no tiene depuradora, o “está a estrenar”. Las ratas a su alrededor son más grandes que mi perro y los mosquitos en verano parecen abejorros.
También tenemos a esos “cívicos papás” que con el buen tiempo celebran los cumpleaños de sus retoños con globos, guirnaldas y hamburguesas y luego dejan los restos esparcidos por todo el césped.
O ese grupo de muchachos de unos 13 años que practican “deporte" en el parque: apedrear al vigilante y los patos, romper farolas (que no funcionan) y quemar mesas y papeleras.
Los perros que van a ese parque son caseros y tienen comederos y colchón para dormir. Cierto es que hay mucho animal suelto y sin bozal, pero más cierto es aún que no todos tienen 4 patas.
