La marcha arrancaba al grito de ‘Madrid Central Sí’ y ‘Gobierne quien gobierne, Madrid Central se defiende’. Dos jornadas después, y coincidiendo con la entrada en vigor del aplazamiento de las multas, activistas de Greenpeace han bloqueado a primera hora de hoy, lunes 1 de julio, los accesos a la gran Área de Prioridad Residencial (APR) para protestar por la contrarreforma. Finalmente, agentes del cuerpo nacional de la Policía han desalojado a los manifestantas, quienes habían dejado libre el carril bus.
Los integrantes del colectivo han reclamado al consistorio que no retroceda en lo referente a Madrid Central, subrayando la organziación que la medida implanta por el Gobierno de Manuela Carmena ha demostrado su eficacia reduciendo la contaminación a su valor más bajo en diez años. Así, para mostrar su desacuerdo con la moratoria que comienza a aplicarse, los activistas se han sentado en la calzada para evitar que los vehículos circulen por las vías adscritas a la gran APR, pidiendo responsabilidad y recordando que la polución es responsable de la muerte de 38.000 personas anualmente.
Los miembros de Greenpeace aclaran que Madri Central continúa funcionando, si bien no se tramitarán sanciones durante el periodo de la moratoria. Es por ello que, ante el previsible aumento del tráfico, han pedido a los conductores que primen el uso del transporte público. Los piquetes informativos organizados por los detractores de la decisión del nuevo regidor, José Luis Martínez-Almeida, han pedido que los conductores “sean responsables y dejen el cocge en casa, aunque el alcalde sea un irreponsable”.
El coordinador de Ecologistas en Acción y uno de los portavoces de la Plataforma en Defensa de Madrid Central, Paco Segura, indicó durante la manifestación del sábado que la ciudadanía «está a favor de Madrid Central porque la gente ha comprobado en estos meses que sin coches se vive y respira mucho mejor y que la ciudad es más agradable».
