La polémica reforma del Eje Prado-Recoletos, que tiene como protagonistas al Ayuntamiento, la Comunidad de Madrid y la Fundación Thyssen, da un paso más en su resolución tras el principio de acuerdo alcanzado entre el Patronato de la Fundación y el Consistorio de la capital. Sin embargo, la parte discordante en todo esto es la Comunidad, que teme por los posibles problemas de movilidad que puede acarrear el nuevo proyecto.
Finalmente, delante del Thyssen ya sólo pasarán tres carriles (dos generales y uno de transporte público) en lugar de los cinco anteriormente propuestos, lo que servirá para ampliar aún más la acera y proteger el arbolado.