El portavoz de UPyD en el Ayuntamiento de Madrid, David Ortega, visitó el pasado viernes la Plaza de la Villa de París, en el barrio de Justicia. Se trata de uno de los enclaves más bellos y tranquilos del distrito Centro, pero su aspecto y vida cotidiana se han visto alterada por las obras de la Audiencia Nacional, que se iniciaron en septiembre de 2012. Desde entonces, los vecinos denuncian que esa ampliación es, por varios motivos, perjudicial para los intereses del centro de la ciudad. En primer lugar, tiene un importante impacto estético, pues la edificabilidad del edificio aumenta considerablemente, de siete plantas a nueve más un torreón: ese aumento del volumen de la Audiencia altera el equilibrio visual de la Plaza. Pero además, la remodelación también tiene efectos negativos en la movilidad de la zona, ya que la Audiencia va a ocupar gran parte del parking subterráneo de la Plaza, que pasará de tener 342 plazas a unas 80.
“¿Ha estudiado a fondo el Ayuntamiento de Madrid el impacto en el tráfico de la zona de esta reducción?”, se pregunta Ortega. Paradójicamente, el consistorio madrileño compartía alguna de las inquietudes, como demuestra la documentación oficial que UPyD llevó a la última Comisión de Urbanismo, correspondiente al mes de abril. En 2011, el propio Ayuntamiento desautorizó las obras de la ampliación de la Audiencia esgrimiendo que eso implicaría “alterar gravemente la visualización del espacio público” y “entraría en conflicto con los inmuebles próximos”, algo “indeseable desde el punto de vista estético”.
Las conclusiones del Ayuntamiento se fundamentaban en un informe de la Comisión para la Protección del Patrimonio Histórico, Artístico y Natural, que advertía de la posibilidad de “actuar sobre uno de los espacios de mayor valor paisajístico de la ciudad y en el entorno de uno de sus monumentos más significativos (Iglesia de santa Bárbara y Tribunal Supremo), lo que obliga a evitar la aparición de elementos que alteren el actual rango jerárquico”. Para Ortega, “no se entiende que se niegue taxativamente la posibilidad de hacer unas obras y en un par de años las obras se hagan. Las únicas circunstancias que han cambiado es que ahora el Ministerio de Justicia y el Ayuntamiento están en manos del mismo partido, el PP, con la particularidad además de que el exalcalde promueve ahora la obra como ministro de Justicia”.
Más que llamativo el cambio de opinión del Ayuntamiento, UPyD considera que la ampliación de la Audiencia Nacional "va a tener un impacto negativo para el barrio: disminuye el arbolado y aumentan casi un 50% los metros disponibles para las actuaciones judiciales, con el consiguiente crecimiento del tráfico de vehículos, mientras se afea la plaza con un edificio que aumenta considerablemente su volumen, al tiempo que se trata de ‘vender’ la ocupación de un tramo de la calle Orellana por los vehículos oficiales como una peatonalización en realidad inexistente".
“El centro de la ciudad no es el mejor lugar, ni por seguridad, ni por movilidad, para albergar una institución así: visitando esta zona, es inevitable acordarse del fracaso de la Ciudad de la Justicia, situada en los límites urbanos. Madrid debe pensarse buscando la calidad de vida de los ciudadanos, y eso es algo que indudablemente no sucede con la ampliación de la Audiencia Nacional. Ahora esta plaza es más de las administraciones y menos de los vecinos”, concluye Ortega.
