La Comunidad de Madrid ha establecido un canal directo de comunicación con los vecinos y comerciantes de la calle Montera para escuchar sus sugerencias y resolver sus dudas acerca de las obras de ampliación de la estación de Metro de Gran Vía, “un proyecto que el Gobierno regional afronta desde el diálogo y la colaboración, y con el objetivo claro de minimizar las molestias que puedan provocar el desarrollo de los trabajos”.
Así lo ha señalado la consejera de Transportes, Vivienda e Infraestructuras, Rosalía Gonzalo, durante el Pleno de la Asamblea de Madrid en respuesta a una pregunta formulada por el Grupo socialista en la Cámara madrileña. La consejera ha subrayado que la ejecución de este proyecto, que permitirá ampliar el vestíbulo de la estación, hacerla totalmente accesible y conectarla con la estación de Cercanías de Sol, es “absolutamente imprescindible” para asegurar el buen funcionamiento de una de las estaciones más antiguas de la red de Metro, por la que pasan cada día más de 44.000 viajeros.
Esta necesidad, ha explicado, se ha hecho aún más perentoria ante los planes del Ayuntamiento de Madrid de cerrar al tráfico privado la calle Gran Vía, “una decisión que sin duda incrementará la demanda de transporte público para acceder al centro de la capital y que exige mejorar ya esta infraestructura y unirla con la estación de Sol para descongestionarla”.
Gonzalo ha recordado que ya se han mantenido dos reuniones informativas con los vecinos y comerciantes de la zona, en las que se les han trasladado los detalles del proyecto.
Esta comunicación se retomará con un nuevo encuentro tras el periodo navideño, momento en el que ya estarán más definidos aspectos como el punto de acceso de los camiones –que depende del Consistorio-, los lugares previstos para acopio de materiales o la zona que se acotará al paso de viandantes para el desarrollo de los trabajos en la superficie, que se concentrarán entre febrero y noviembre del próximo año para causar el menor efecto posible y no interferir en el periodo navideño.
“Somos conscientes de que las obras siempre resultan molestas y, por eso, vamos a mantener este canal de comunicación durante todo el tiempo que duren los trabajos para resolver las dudas de las personas que viven y trabajan en la zona”, ha afirmado la consejera, que también ha mostrado la disposición de la Comunidad de Madrid “a tener en cuenta todas las observaciones que nos hagan llegar, siempre que éstas sean compatibles con la rapidez y la máxima seguridad en el desarrollo de las obras”.
