La nueva ampliación que se va a llevar a cabo en el Palacio de la Música, en plena Gran Vía, permitirá que este viejo edificio vuelva albergar su uso original como sala de conciertos y verá ampliada la superficie del escenario, donde cabrán 90 músicos y 80 personas de coro. Las obras afectan a la cubierta del edificio, de donde desaparece la vivienda existente. En su lugar surgirá un espacio diáfano con formas ondulantes y grandes luces integradas en el inmueble. El resultado será que la sala quede retranqueada 13 metros respecto a la fachada de Gran Vía, dejando hacia el exterior una gran terraza delantera de 215 metros cuadrados.
Las obras de rehabilitación actuales van a recuperar el aspecto homogéneo del edificio mediante la eliminación de modificaciones y añadidos en sucesivas intervenciones, poco respetuosas con el inmueble. La fachada recuperará su primitiva solución compositiva, dañada por la colocación de las estructuras de soporte de la cartelera del cine y escaparates de los locales comerciales. El Palacio de la Música volverá a lucir, además, las hornacinas desaparecidas de la planta baja y los trabajos eliminarán la marquesina añadida en los años 60. El objetivo es mejorar la calidad, funcionalidad, habitabilidad, accesibilidad y seguridad de la nueva actividad del edificio como sala de conciertos.
