El Grupo Municipal Socialista, con Jaime Lissavetzky a la cabeza, continúa demandando la limpieza del centro. Los montones de basura acumulados en los contenedores, la suciedad del suelo o los desperdicios visibles en espacios públicos después de un fin de semana alarman a la oposición, que ya cuenta con el respaldo de numerosas quejas vecinales. Esta vez este malestar popular se centra en el castizo barrio de Lavapiés. Los vecinos son testigos y víctimas de la situación que soporta el entorno, sobre todo con los colchones tirados por el suelo con los que conviven. Desde el PSOE critican la limpieza urgente de la zona cuando se va a organizar un acto institucional; así como el recorte presupuestario en materia de limpieza.