Los hechos tuvieron lugar en la tarde de ayer, miércoles 6 de febrero, cuando agentes adscritos a la Unidad Integral del Distrito Centro-Sur de la ciudad realizaban labores de patrullaje por la zona. En un momento dado, los uniformados observaron cómo una persona portaba anagramas metálicos de marcas de gran prestigio en un establecimiento, por lo que accedieron al interior del mismo. Ya en el interior del local, los efectivos detectaron que el resposable disponía de otra bolsa con los mismos logotipos anteriores en el mostrador.
Se dio la casualidad de que el presidente de la comunidad de propietarios de la finca contigua hizo acto de presencia en el establecimiento e informó a las autoridades de que llevaban tiempo entrando y saliendo personas de los trasteros localizados en el sótano del edificio. Los agentes se dirigieron a los referidos trasteros, accediendo gracias a un juego de llaves que poseía el responsable del local, el cual negó su procedencia.
En el interior del habitáculo se halalron miles de productos -cinturones, camisetas y equipaciones de equipos de fútbol, bolsos, sudaderas, pañuelos, zapatos, gorras, relojes…- así como emblemas metálicos idénticos a los mencionados, que por sus características, etiquetados y canal de distribución, denotaban la posible falsificación de los mismos, con el consiguiente fraude al consumidor y perjuicio para los que ejercen legalmente los derechos de propiedad industrial. Durante la inspección comprobaron como el trastero de la finca es parte del sótano del establecimiento del local, del cual además toma la luz, y con el que se encontraba separado por una puerta metálica ocultada con una placa de pladur.
