A lo largo de más de diez días, 30.000 niños y adultos de Madrid han escrito sus cartas y deseos en un papel mágico que después han colocado en las estructuras de cada uno de los tres carruajes. De este modo, los niños han ayudado a que los Reyes Magos tengan el recibimiento que se merecen. El diseño, que adopta nuevos materiales y ha promovido la participación de pequeños y mayores, es obra de la reconocida escenógrafa teatral Mónica Boronello, miembro del equipo artístico que diseña la Navidad municipal madrileña.
Cada carroza es de un color diferente, al gusto de los Reyes Magos: la de Melchor dorada, rosa la de Gaspar y azul la del rey Baltasar. Las tres carrozas portarán los deseos de todas y todos, deseos que se iluminarán en la noche del cinco de enero, durante todo el recorrido de SSMM.
En la Cabalgata, cuya temática se inspira en el poder transformador de las artes, desfilarán ocho carrozas, además de las tres carrozas reales y una comitiva de más de dos mil personas pertenecientes a cuatro compañías nacionales y cuatro internacionales. Este séquito alegrará el ya de por sí caluroso recibimiento que los madrileños y madrileñas hacen a los Reyes Magos.
Una Cabalgata accesible
Como viene siendo habitual, y con un compromiso cada vez mayor, la Cabalgata se diseña para que sea accesible a todos los niños y niñas independientemente de sus capacidades funcionales. Este año, Baltasar estará acompañado en su carroza por intérpretes de lengua de signos, y los asistentes que lo necesitan portarán mochilas vibradoras para sentir la música al paso de la comitiva.