El Juzgado de Instrucción número 21 de Madrid rechaza la existencia de delito en el caso de una joven de 18 años que okupó la vivienda de su abuelo al entender que existen “lazos familiares”. La propia madre de la asaltante denunció los hechos ante las autoridades y ahora, tras la sentencia, recurrirá la decisión del juez, ya que defienden que no existía ningún contrato que permitiese el acceso de la joven al domicilio del pariente, ubicado en la calle Atocha -en el distrito Centro-, donde convive con otra compañera y el bebé de ésta.
«Mi hija no tenía contrato para entrar. Entré a hablar con ella y me dijo que quería un piso. Llamé a la Policía y casi nos detienen», relató la madre de la joven a Europa Press. La progenitora la definió como «conflictiva y agresiva»; es más, la ocupante fue internada en un centro de menores después de agredir a su madre. Según esta última, «no se le trató como debían al necesitar ayuda psicológica». Al salir del centro convivió con el apdre hasta que cumplió la mayoría de edad, cuando acudió al número 112 de la calle Atocha para asaltar el domicilio de su abuelo.
«Mi nieta ha sido todo para mí y me he portado divinamente con ella. No entiendo cómo me ha podido hacer esto pero se empezó a juntar con personas raras y le han conducido a esta situación tan lamentable en la que está ella y nosotros», declaró entonces el anciano. Por su parte, el padre le comentó a su exmujer que la ‘okupación’ era un asunto «que debería arreglar ella».
