Una mujer ha denunciado a su propia hija, de 18 años, por okupar la vivienda de su abuelo, ubicada en la calle de Atocha -en el madrileño distrito Centro- mientras éste se encontraba visitando a su mujer en Cartagena. La joven accedió al domicilio de su familiar hace tres semanas junto a una amiga, quien tenía un hijo de corta edad, según avanza el diario El Mundo. Contactaron con un cerrajero que forzó la cerradura y les permitió entrar en la casa.
La primera acción que tomaron las nuevas inquilinas fue cambiar la cerradura e instalar una alarma. Un vecino del inmueble alertó al propietario del piso, desconociendo que la intrusa era la nieta de este último. La hija del dueño avisó a las autoridades y recurrió a una empresa privada dedicada a desalojar viviendas. Sin embargo, la pareja que okupó la casa se negó a abandonarla. La propia madre intentó sin éxito entablar diálogo con su hija, quien con anterioridad fue internada en un centro de menores después de agredir a su progenitora.
Fue al salir del centro cuando acudió al número 112 de la calle Atocha para asaltar el domicilio de su abuelo. «Mi nieta ha sido todo para mí y me he portado divinamente con ella. No entiendo como me ha podido hacer esto pero se empezó a juntar con personas raras y le han conducido a esta situación tan lamentable en la que está ella y nosotros», declaró el anciano al citado medio. «No quieren abandonar el piso y no atienden a nada. Ella tiene donde vivir, ya que ha residido siempre con su padre, y no entendemos porque han hecho esto».
Asimismo, los afectados no entienden cómo el cerrajero les abrió la puerta, ni tampoco como la empresa les pudo instalar la alarma. Los familiares aseguran que el propietario de la vivienda se encuentra desolado, además de angustiado porque le han destrozado el buzón del edificio y tenía pendiente de recibir documentación muy importante en su domicilio.
