La moratoria que ha arrancado este lunes durará tres meses, aunque la vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís (Cs), ha dejado la puerta abierta a reducir su duración si el Ayuntamiento finaliza antes el diálogo sobre su reconversión y la auditoría del sistema. El incremento en el tráfico en hora punta respecto a julio de 2018 -del 6,5% en M-30 y accesos, un 5,2% en la M-30 y un 8,1% en el exterior- queda reflejado en el informe de hora punta que emite a diario el Centro de Gestión de la Movilidad del Ayuntamiento de Madrid y al que ha tenido acceso EFE.
Sin embargo, estos datos contrastan con los ofrecidos por el equipo de Gobierno de José Luis Martínez-Almeida (PP), que apunta que la circulación en el interior de la M-30 ha disminuido un 0,7% respecto al lunes anterior, cuando tampoco había colegios. El consistorio añade que en la M-30 y accesos el tráfico ha aumentado un 0,1% en comparación con el promedio de los diez últimos días laborables, pese a que en julio han comenzado ya las vacaciones estivales.
Respecto a la contaminación, Juan Bárcena, activista de Ecologistas en Acción y miembro de la Plataforma en Defensa de Madrid Central, ha defendido que la moratoria de multas provoca ya un incremento en las emisiones de dióxido de nitrógeno (NO2), que superan el máximo de 40 miligramos por metro cúbico y se sitúan en 70. Desde la plataforma, que ha realizado piquetes informativos en los accesos al perímetro de Madrid Central, aluden a «gente que por adelantado se saltó la norma».
Atendiendo a los datos del consistorio madrileño las superaciones de los 40 miligramos por metro cúbico -el límite anual- se han dado en las últimas semanas -el viernes por ejemplo se llegó a 78-. El alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida, ha defendido que aplica esta moratoria por responsabilidad ante los defectos en el sistema de control de acceso y ha acusado a la izquierda de pretender «ganar en la calle (…) lo que no consiguieron ganar en las urnas», además de ironizar con el «tiempo libre» de los piquetes.
Su número dos en el Gobierno, Begoña Villacís (Cs), ha asegurado que las miles de personas que el pasado sábado se manifestaron en la capital para pedir la continuidad de Madrid Central lo hicieron impulsados por un «bulo», ya que ha asegurado que este área no se revierte. En una entrevista con EFE el nuevo presidente de la CEIM, Miguel Garrido, ha reconocido que «algunas empresas se han visto beneficiadas» por Madrid Central, pero la mayoría de sus asociados de la hostelería, el transporte y la logística se han visto «perjudicados» por esta medida. El coordinador de la Plataforma de Afectados por Madrid Central , Vicente Pizcueta, ha celebrado la moratoria y abogado por que los autónomos y empresarios del centro tengan el mismo trato para acceder que los residentes.
No han faltado críticas. La impulsora de la medida bajo el Gobierno de Manuela Carmena, la edil de Más Madrid, Inés Sabanés, ha calificado la moratoria de «profundo retroceso» y ha advertido al equipo de Gobierno que dar «alternativas» a la Unión Europea para reducir la contaminación «no es tan sencillo». Desde el PSOE su portavoz en el Ayuntamiento, Pepu Hernández, ha defendido que la moratoria es un «fraude de ley» y el director general de Tráfico en funciones, Pere Navarro, ha hablado de «atraso».
A las críticas también se ha sumado Vox, pero por percibir falta de contundencia en la suspensión de las multas. Fuentes de este partido han señalado a EFE que el PP se ha plegado «a los dictados» de Ciudadanos con su postura «tibia» e incumple las «promesas» hechas al partido de Santiago Abascal.
