Un grupo de vecinos, autodenominado Un barrio feliz, ha llenado las calles de Lavapiés y Tirso de Molina de carteles de Camarón -elegido como su ‘superhéroe’ para esta causa- y de pintadas contra las cámaras de vigilancia de la zona. “Rechazamos una medida que hace de este barrio un escenario que no deseamos: de miedo y de control, pero también de sospecha, limpiando las calles de toda actividad, da igual que sea delictiva o no”.