La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, y el presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, presentaron el proyecto de reforma del estadio de fútbol del conjunto Blanco, que contará, entre sus novedades, con una cubierta retráctil de 15 metros una envoltura a su alrededor y un videomarcador de 360 grados. El coste de las obras asciende a 525 millones de euros, comenzando los trabajos de remodelación nada más acabar la temporada, a finales del mes de mayo. “Comienza la cuenta atrás”, indicaba ilusionado el máximo representante del club merengue.
El plan especial para reformar el Santiago Bernabéu se aprobó en el Pleno de Cibeles en mayo de 2017, con los votos a favor de Ahora Madrid, PP y Ciudadanos, y la abstención del PSOE, con lo que se dio un definitivo espaldarazo a la iniciativa después de que hubiera decaído en los tribunales. Y es que una sentencia del TSJM en febrero del mismo año anuló la autorización que el Gobierno de la Comunidad de Madrid dio en noviembre de 2012 a la modificación puntual del Plan General de Urbanismo, que aprobó el Pleno municipal para permitir la remodelación del estadio Santiago Bernabéu.
En este sentido, la mandataria ha explicado que en una conversación con Florentino Pérez, éste le había confesado que pasó “un calvario” hasta llegar a este punto y que la condición de exjueza de la alcaldesa “había facilitado las cosas”. “También hemos optado por el urbanismo del consenso, los problemas se resuelven con diálogo y escuchando. Él (Florentino Pérez) ha explicado el calvario que pasó, creo que no hacía falta esperar tanto desde 2011, se podía haber hecho antes”, detalló la regidora.
Fuera como fuere, el presidente del club quiso poner el acento en el “momento” que se de debe recordar, y que no era otro que el “inicio de la cuenta atrás para esta innovación arquitectónica que convertirá al Santiago Bernabéu es un icono vanguardista y universal. Este es uno de los grandes proyectos de futuro del Real Madrid y también para la ciudad”, manifestó en el acto celebrado en el Palco de Honor del estadio, en el madrileño distrito de Chamartín.
El plan especial de la reforma ordena en total 90.000 metros cuadrados de los alrededores del Santiago Bernabéu. El club costeará los 13 millones de euros de la remodelación de 37.000m2 de espacio público. Dicho área se concentrará en dos plazas, una en el frontal de la Castellana, donde se eliminarán tanto las zonas de aparcamiento como el surtidor de combustible; y otra en la plaza de los Sagrados Corazones, que ocupará el solar donde ahora se ubica el centro comercial, que será demolido.
