El polideportivo de Chamartín ha sido protagonista en todos los medios de comunicación. Se ha convertido en el emblema de la lucha contra la gestión indirecta en los espacios deportivos de la capital. En él se han celebrado varios actos públicos de protesta, tanto de sindicatos como de trabajadores y oposición. Incluso se realizó una protesta festiva la pasada Nochevieja, tomándose las uvas en el centro mientras que pedían “que el nuevo año trajera una gestión directa y pública”.
Ahora la noticia que llega es que se espera que el polideportivo abra sus puertas en el mes de abril, cuando concluyan las obras “de promoción de accesibilidad y adaptación de calderas e instalaciones de climatización”, como se describían en el BOE el pasado mes de febrero. Dirección General de Patrimonio está concluyendo ahora las obras de refuerzo de la cubierta de la piscina, ya que surgieron unos defectos en el mes de noviembre.
“El polideportivo se abrirá cuando se acaben las obras, que esperamos que sea en abril”, afirman fuentes municipales. En cuanto a la forma de gestión del equipamiento, será indirecta. “Los servicios van a ser exactamente iguales que si la gestión la llevara directamente el Ayuntamiento”, explican estas fuentes, “ni habrá ventajas ni inconvenientes, todo seguirá igual”, concluyen.
