Sánchez Mato ha sido el único ausente del grupo de Gobierno en esta votación, a excepción de Celia Mayer que ha abandonado el Pleno a primera hora de este martes por un problema familiar, a pesar de que el urbanismo de Calvo es rechazado por otros cinco ediles. Tanto Mauricio Valiente y Yolanda Rodríguez, ambos de IU, como Rommy Arce (Anticapitalistas), Pablo Carmona y Montserrar Galcerán, ambos pertenecientes a Ganemos, son contrarios al urbanismo de Carmena con la Operación Chamartín, ahora llamada Madrid Nuevo Norte, como máximo exponente, pero ninguno de ellos ha abandonado el salón de plenos.
Minutos después de la votación, Sánchez Mato ha regresado a su asiento en el Palacio de Cibeles, después de que su ausencia haya obligado a repetir la votación y a que el voto de calidad de la alcaldesa evitase la reprobación de su concejal. Este edil de Izquierda Unida fue cesado por Manuela Carmena como delegado de Economía y Hacienda al ser contrario a aprobar un plan para cumplir el techo de gasto y de él Carmena dijo en una entrevista con Efe que tiene una «falta enorme de coincidencia en el proyecto» y que le cesó porque apostaba por la «confrontación política por la confrontación política».
«En estos últimos momentos, estamos pactando la disidencia, porque evidentemente hay una profunda disidencia», explicó a Efe Carmena el pasado 5 de febrero. Durante el debate, José Manuel Calvo ha defendido que su área ha desbloqueado proyectos como el plan urbanístico en los terrenos del Calderón y Mahou, la reforma del Bernabéu, el centro Canalejas o la Operación Chamartín.
En cambio, tanto Bosco Labrado, de Ciudadanos, como la edil del PP Paloma García, han afeado el retraso en la concesión de licencias o la paralización de los desarrollos del sureste, mientras que la edil socialista Mercedes González ha ironizado sobre el «disfraz de desbloqueator» de Calvo, pero ha apoyado al delegado.
Además, la concejal socialista ha acusado a Bosco Labrado de intentar «blanquear» la manifestación a favor de la unidad de España en Colón con la bandera LGTBI, unas palabras rechazadas por el edil. «Intentan desacreditarme personalmente, denota que son unos irrespetuosos con los madrileños y con sus problemas», ha defendido.
