(EFE). El director general de Deportes, Javier Odriozola, ha dicho en la comisión que no podía responder a cómo será el modelo de gestión ya que tras presentarse el expediente para recuperar este espacio se comenzaron a mover «los ánimos» de distintas entidades, algunas de las cuales se decantaban por la gestión pública directa y otras por la indirecta.
El Ayuntamiento de Madrid ha gastado 2,8 millones de euros en la primera fase de la remodelación del histórico frontón ubicado en el barrio de Chamberí, expropiado por el anterior Gobierno municipal por su mal estado de conservación y que volverá a tener vida en los próximos años. El Beti Jai (‘Siempre fiesta’, en vasco) fue declarado como monumento nacional en 1991 y Bien de Interés Cultural en 2011 por la Comunidad de Madrid.
En octubre de 2016 se aprobó por parte de la Junta de Gobierno el Plan Especial para la remodelación y mejora de este frontón de la calle del Marqués de Riscal que ampliaba los «usos pormenorizados» de la instalación para que además de uso deportivo lo tuviese también cultural y educativo.
El plan permitía la cubrición del patio y pretendía sacar la gestión del Beti Jai a concurso público aunque en mayo del año pasado, día que se enseñaron las obras a los periodistas, el entonces delegado de Economía y Hacienda, Carlos Sánchez Mato, aseguró que ese espacio no se iba a privatizar.
«La futura gestión del frontón Beti Jai está por definir todavía», ha dicho diez meses después Javier Odriozola. Además, ha recordado que la asociación Madrid, Ciudadanía y Patrimonio (MCyP) presentó un recurso contra el plan especial del Ayuntamiento de la capital para reformar el Beti Jai por prever que el espacio vaya a cubrirse, un recurso admitido a trámite por la sala de lo contencioso-administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM). A juicio del Odriozola, este recurso es «poco responsable» puesto que tras una rehabilitación «tan costosa» de la instalación hay que garantizar que sea viable en el futuro.
