El Área de Cultura y Deportes del Ayuntamiento de Madrid, en colaboración con el Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid (COAM), convocó el pasado junio un concurso de ideas para obtener la solución técnica más adecuada para los posibles usos del antiguo frontón, situado en el barrio de Chamberí.
El Ayuntamiento de Madrid no ha definido por el momento si la gestión del frontón Beti Jai será directa o si se optará por una gestión público-privada una vez terminen las obras de rehabilitación. Para la remodelación se contemplan «usos congruentes con la recuperación del juego de pelota, otros usos deportivos, culturales, conciertos o exposiciones».
El concurso, en el que habrá un jurado, busca la mejor propuesta para solucionar los problemas técnicos que tendría la implantación de cualquiera de los usos planteados. Dichos problemas serían, en palabras del Ayuntamiento, «la accesibilidad universal del edificio, la evacuación de aforos, la colocación de instalaciones de climatización y una hipotética necesidad de cubrición de la cancha».
Para la resolución final se tendrá en cuenta la sostenibilidad económica del edificio, la prestación de un servicio público para Madrid y que el uso final sea respetuoso con el inmueble. «El objetivo de todo este proceso es compartir con la sociedad las soluciones respecto al Beti Jai, unas soluciones comprometidas con la conservación de un bien patrimonial de gran interés de la ciudad de Madrid», señala el Ayuntamiento.
El Beti Jai, único frontón que queda en pie en Madrid, fue construido en 1894 por el arquitecto Joaquín Rucoba para albergar encuentros de pelota vasca; dejó de funcionar en 1919 y pasó a ser considerado Bien de Interés Cultural (BIC) con la categoría de Monumento en 2011.
En octubre de 2016 se aprobó por parte de la Junta de Gobierno el Plan Especial para la remodelación y mejora de este frontón de la calle del Marqués de Riscal que ampliaba los «usos pormenorizados» de la instalación para que además de uso deportivo lo tuviese también cultural y educativo.
