«Me parece que no va a dar tiempo en los meses que nos quedan, pero se avanzará», ha afirmado Manuela Carmena a preguntas de los periodistas durante su visita a un nuevo centro de día en el distrito madrileño de Latina. A la alcaldesa no le «gusta» que «lo electoral paralice o interrumpa proyectos», pero admite que el Beti Jai no se podrá desbloquear antes de las elecciones del 26 de mayo por la «dimensión» que tiene la aprobación de un plan especial, que debe superar trámites de alegaciones y ser aprobado en el Pleno.
Según publica este viernes El Mundo, el Ayuntamiento de Madrid ha emitido un decreto en el que anula el concurso que el pasado 22 de noviembre eligió un proyecto arquitectónico para reformar y dar nuevos usos al Beti Jai, al quedar anuladas las bases por las que se convocó y se falló.
La decisión se toma, según ha explicado Carmena, debido a que el TSJM anuló el pasado mes de diciembre el plan de usos para este histórico frontón, dando la razón al PSOE y a la asociación Madrid, Ciudadanía y Patrimonio, que rechazaban la posibilidad de construir una cubierta al considerar que se vulneraba la protección de patrimonio. Además, el grupo municipal de Ciudadanos había recurrido el concurso ahora anulado ante el Tribunal Administrativo de Contratación Pública al entender que el proyecto ganador no respetaba las bases y contradecía la protección del inmueble.
Carmena defiende que el TSJM anuló el plan por «temas formales» sin entrar en el fondo de la cuestión y es partidaria de encontrar «agilidad» para resolver estos problemas formales, pues de existir una mayor rapidez «podríamos tener ya una adecuación y un proyecto», según ha afirmado. De esta forma, abrir este frontón y decidir qué uso se le da será tarea del nuevo Gobierno, después de que el Ejecutivo de Ana Botella expropiase esta edificación en mayo de 2015 por 7,3 millones y una sentencia de 2016 obligase a pagar 23 millones más.
Durante esta legislatura el Ejecutivo de la capital ha acometido obras en el interior del frontón para rehabilitarlo y garantizar su seguridad. El Beti Jai (‘Siempre fiesta’, en vasco) es el único frontón que queda en pie en Madrid y fue construido en 1894 por el arquitecto Joaquín Rucoba para albergar encuentros de pelota vasca. Dejó de funcionar en 1919 y desde 2011 está protegido como Bien de Interés Cultural.
