Un conductor con evidentes signos de ebriedad perdió el control de su BMW en la glorieta de Rubén Darío destrozando el mobiliario urbano, un árbol y un par de persianas del edificios colindante, hasta terminar empotrado en la estación de Metro.
El conductor del vehículo sólo sufrió heridas leves y fue dado de alta en ese mismo momento. Fue detenido por la Policía Municipal, se encuentra en las dependencias de la calle Plomo, y está acusado de conducción temeraria. En la posterior prueba de alcoholemia, el propietario del vehículo dio 0,80, por lo que se expone a un delito contra la seguridad vial.