Los vecinos del número 129 de la calle Santa Engracia sufrieron un disgusto durante las horas del mediodía, concretamente a las 13:30, del pasado 27 de enero. Los bomberos fueron alertados de que una fisura que se había provocado en el interior del edificio durante las obras de rehabilitación que está llevando a cabo el Ayuntamiento de este edificio de 7 plantas y 50 años de antigüedad, había afectado a la estructura del inmueble, lo que hacía el lugar propicio para un posible derrumbe. El problema fue tan grave que 21 personas que habitaban en el edificio fueron desalojadas debido a la inspección que realizó del mismo una dotación de bomberos y el Jefe de Guardia que determinaron el peligro de derrumbe.
Posteriormente, estas personas fueron realojadas en diferentes hoteles y dos en la Unidad de Estancias del Samur Social, que a su vez mandó una unidad por si se producía algún percance de importancia. La mayoría de estos vecinos vivían en el inmueble en régimen de alquiler. Al día siguiente del percance, en el lugar se encontraban los obreros trabajando en la rehabilitación del inmueble aunque los vecinos todavía no habían sido realojados.