Algunos vecinos han explicado que es habitual ver a refugiados en los aledaños de la mezquita: vienen por el Ramadán y se quedan una temporada; no obstante, ahora es “cuando más hay”. Algunos ciudadanos han trasladado a las autoridades su preocupación al respecto, bien guiados por el sentimiento de empatía al ver a personas sin la atención que requiere, bien por las molestias que otros residentes aseguran producirse a raíz del asentamiento.
Los concentrados en el parque manifiestan que no reciben ningún tipo de ayuda, más allá de los alimentos que les suministran algunos vecinos de la zona. «Samur no nos ofrece vivienda, es mentira. Nos dicen que esperemos, que aguantemos», han afirmado los afectados. Es más, un representante del grupo ha relatado que tras salir de Siria han atravesado Argelia, Marruecos, España y Francia. En este último país, ha asegurado que sí han recibido algún tipo de ayuda.
Entretanto, fuentes aseguran que desde el Ayuntamiento se estudia la situación y aclaran que solucionarán «pronto» el problema. Igualmente indican que se trata de refugiados sirios, por lo es competencia del Ministerio del Interior intervenir a este respecto, si bien han asegurado que, si no hay respuesta por su parte, el Samur Social «no va a eludir su papel». De este modo, han destacado que estas personas están en una situación administrativa compleja porque han pedido la condición de refugiados, pero están «trabajando en ello» porque hay niños y mujeres embarazadas.
