Los uniformados se personaron en el domicilio después de que un familiar de la víctima alertase de que llevaba varios días sin atender las llamadas. En un primer momento, los efectivos policiales observaron que el cuerpo sin vida presentaba signos evidentes de etiología homicida. Asimismo, se advirtió de que la vivienda se encontraba desordenada y faltaban objetos personales, por lo que la hipótesis de un posible robo parecía tomar fuerza. También comprobaron que la víctima era un conocido delincuente.
El cadáver fue trasladado al Instituto Anatómico Forense para realizarle una autopsia en profundidad. Igualmente, el Grupo V de Homicidios se hizo cargo de la investigación, recabando pruebas y tomando declaración a los testigos. Los agentes detuvieron el pasado 23 de octubre a una mujer como autora material del crimen. De las pesquisas se dedujo que la arrestada mantenía una relación sentimental con la víctima, aunque con altibajos.
Ahora, la Policía Nacional ha resuelto que la mujer asfixió a la que fuera su pareja. Aprovechando que tenía movilidad reducida, la mujer le tapo al varón la boca con un trapo y le ahogó. Posteriormente revolvió el lugar y sustrajo algunas pertenencias para hacer creer que se trataba de un robo. En el momento de la detención, la presunta asesina caminaba por la calle acompañada de un hombre de mediana edad al que había denunciado por maltratos días antes, y sobre el que pesaba una orden de alejamiento. Por ello, también fue detenido ese hombre.
