Las quejas más repetidas de los consumidores están relacionadas con la telefonía, el problema se agrava si tienes que pagar por un servicio no contratado. Esto es lo que le pasó a José Carlos en 2012, un vecino de Ciudad Lineal a quien Telefónica le incluyó en un fichero de morosos por el supuesto impago de facturas de tres líneas a su nombre. El estar incluido en Asnef y Badexcug provocó que, a punto de marcharse a Canadá por motivos laborales, su oficina bancaria le rechazara efectuar unas gestiones.
Ante estos hechos, José Carlos acudió a denunciar los hechos a la comisaría de policía del distrito y a la Agencia Española de Protección de Datos. Entonces comenzó la carrera judicial, ya que Telefónica se negó a retirar los datos del denunciante de los ficheros de morosos alegando, ante los órganos judiciales, que había sufrido un fraude por suplantación de identidad. La Audiencia Nacional no estimó estos hechos al considerar que la empresa debía haber recogido “contrato o copia de la grabación o grabaciones que contengan la contratación”. Al no disponer de estos documentos, Telefónica llevó a cabo el tratamiento “de los datos de carácter personal del denunciante sin contar con grabación que pudiera amparar el tratamiento de los datos realizados en relación con las citadas líneas telefónicas”.
Samuel Parra, especialista en Protección de Datos y Privacidad en Internet de la firma ePrivacidad, explica que, en estos casos, “además de que la deuda sea cierta, es requisito imprescindible que la empresa que te incluye en un fichero de morosos te haya requerido previamente y de forma fehaciente el pago de la deuda, de lo contrario, puede ser sancionada con una multa de hasta 300.000 euros”.
Por fortuna para José Carlos, la Audiencia Nacional le da la razón y confirma la resolución dictada por la Agencia. Por tanto Telefónica está obligada a pagarle 100.000 euros por vulnerar los artículos 6.1 y 4.3 de la Ley Orgánica de Protección de Datos.
