(EFE). «Es la experiencia más trágica que me ha tocado vivir en mi vida profesional», ha asegurado durante su comparecencia en la comisión de investigación del accidente en el Congreso, en la que ha cargado contra la falta de sensibilidad que mostraron los responsables de la aerolínea tras el siniestro, en el que murieron 154 personas.
La comparecencia de Álvarez ha estado en gran parte protagonizada por la confrontación mantenida con el diputado del PP José Ignacio Echániz, quien ha cargado contra su gestión como ministra y ha aludido a su supuesta participación en el caso de los ERE de Andalucía.
«Mejorar la seguridad de los sistemas de transporte fue mi objetivo prioritario como ministra de Fomento. Ahí se dirigieron los casi 7.500 millones invertidos por AENA entre 2004 -año en el que accedió al cargo- y agosto de 2008», ha aseverado. La exministra ha subrayado que bajo su mandato se puso en marcha la Agencia Española de Seguridad Aérea y que tras el accidente se tramitaron los reglamentos que regulan la inspección aeronáutica y la certificación de los aeropuertos españoles, cinco años de que se hiciera en la Unión Europea.
Además, impulsó que las autoridades aeronáuticas pudieran disponer de la lista de pasajeros en caso de accidente, iniciativa que defendió y fue aprobada por el Parlamento Europeo. «Nunca olvidaré la cara de los familiares esperando noticias. Para mi era dramático no poder decir quiénes iban en el avión siniestrado. La información la tenía Spanair y sólo ellos pueden aclarar porqué demoraron su entrega», ha apuntado.
Álvarez ha defendido la gestión al frente de Aena de Manuel Azuaga, que presidió al gestor aeroportuario entre 2004 y julio de 2008, y ha explicado que lo nombró para que rentabilizara al máximo las posibilidades de la compañía sin recortar sus prestaciones. «No fue una época de recortes», ha subrayado Ávalrez, quien también ha defendido la gestión del entonces presidente de Barajas, Miguel Ángel Oleaga, y ha asegurado que todos los que tenían responsabilidades en el momento del accidente hicieron lo que tenían que hacer.
Ha apuntado que ella no tomó ninguna decisión de carácter técnico, porque no le correspondía, y que se centró en atender a las víctimas y sus familiares para que todo fuera lo menos dramático posible. Como lección de lo sucedido, Álvarez ha abogado porque se refuerce la preparación psicológica de todas las personas que pueden verse implicadas en accidentes como el de Spanair, en especial de las ajenas a los servicios de emergencia, para que puedan mantener la «frialdad» que se necesita para tomar decisiones, así como que se refuercen los protocolos de atención a las víctimas.
Respecto a Spanair, ha asegurado que su opinión sobre la compañía «no es la mejor» porque mientras bomberos, sanitarios y todo el personal del aeropuerto se volcaron para hacer las cosas lo mejor posible, en los únicos en los que no encontró «esa sensibilidad» fue en los responsables de la aerolínea.
No obstante, ha considerado que las dificultades financieras por las que pasaba no afectaron en ningún momento a su seguridad operacional, según el seguimiento de la situación efectuada por la Dirección General de Aviación Civil. Durante su comparecencia, también ha abordado la filtración al diario El Mundo de las conversaciones entre la torre de control de Barajas, dependiente de Aena (Fomento), y el servicio de coordinación de emergencias 112, dependiente de la Comunidad de Madrid, entonces gobernada por Esperanza Aguirre (PP).
Álvarez ha explicado que lo que se filtró al diario fue manipulado de tal forma que hiciera pensar que se tardaron horas en actuar, lo que no fue cierto y por eso tuvo que ser aclarado posteriormente por su jefe de prensa. «No di orden de filtrar la cinta. Lo que salía publicado en El Mundo iba en contra de Aena, luego difícilmente se filtró desde allí, sería absurdo», ha señalado la ex ministra, que en varias ocasiones ha insistido en que esa cinta la tenía también la Comunidad de Madrid.
«Aena no la filtró, se lo digo, muy tontos tienen que ser para filtrar algo manipulado en contra de ellos mismos (…)», ha insistido la ministra, quien tras afirmar que no sabe quién fue el responsable de la filtración le ha dicho a Echániz que, seguramente, él sabe el nombre de la persona que lo hizo.
