La Guardia Civil ha desmantelado en Madrid, con la detención de cinco personas, una organización criminal especializada en el despiece de vehículos robados a cuyos miembros se han intervenido piezas por valor de 300.000 euros.
Según ha informado hoy la Comandancia de la Guardia Civil de Madrid, la denominada operación Pojazdy (coche en polaco) ha culminado con la detención de cinco hombres con edades comprendidas entre los 31 y los 46 años de origen polaco y magrebí que tienen antecedentes por hechos similares. Se les imputan los delitos de pertenencia a grupo criminal, falsificación de placas de matrícula, doce delitos de robo de vehículos y un delito de usurpación de estado civil.
Su "modus operandi" consistía en robar los coches, la mayoría de gama media, para llevarlos a "enfriar" a Seseña (Toledo) y luego a una nave de Arganda del Rey en la que los despiezaban para vender las piezas, sobre todo a países del Magreb. La investigación comenzó el pasado mes de septiembre, cuando la Guardia Civil localizó un vehículo sustraído y detuvo a las dos personas que iban en él, que posteriormente quedaron en libertad. Cuando quedaron libres se estableció un dispositivo de vigilancia discreta en torno a ellos que llevó hasta una tercera persona que los agentes identificaron como T.P.K., el cabecilla de la organización finalmente desmantelada. Los agentes intensificaron las vigilancias ante la sospecha de que los sospechosos estuvieran ocultando vehículos en una nave industrial de Arganda del Rey y constataron la forma de actuar de la banda.
Los ahora arrestados seleccionaban un vehículo de gama media en horario diurno, principalmente en los aparcamientos de la estaciones de cercanías, y lo robaban utilizando diferentes métodos, pero siempre sin causar daños externos para disimular el robo. Una vez que tenían el vehículo utilizaban una furgoneta a modo de "lanzadera" para detectar la posible presencia policial y lo llevaban hasta la localidad toledana de Seseña, para evitar levantar sospechas. Pasados unos días lo trasladaban hasta una nave de Arganda en la que procedían al despiece para luego vender las partes más valiosas, como motores, cajas de cambios y puertas, en el mercado de segunda mano, sobre todo en países del Magreb.
Los arrestados se deshacían de las partes plásticas, de las tapicerías y de las lunas arrojándolas a cubos de basura de localidades alejadas de la citada nave industrial, para no levantar sospechas. Y las partes metálicas las vendían a distintas chatarrerías de Madrid. Los agentes determinaron que la banda estaba formado por cinco hombres: dos que consumaban los robos de los vehículos, uno que ejercía labores de vigilancia de la nave y procedía al despiece de los coches, y otros dos que conducían vehículos y vendían piezas.
Cuando los agentes les arrestaron y entraron en la nave de Arganda encontraron seis de los vehículos sustraídos, algunos de ellos parcialmente desguazados, un camión con la matrícula doblada y numerosas piezas que ahora se analicen. También se intervino maquinaria y herramientas que utilizaban para el despiece y 2.400 euros en moneda fraccionada.
