Así se ha pronunciado durante su discurso en la presentación del Global Compact sobre Migrantes, junto al presidente de la Comunidad de Madrid, Ángel Garrido, y la alcaldesa de la ciudad, Manuela Carmena, en referencia al buque humanitario «Aquarius».
El cardenal ha recalcado que los Estados no deben otorgar una «mera respuesta de emergencia» en momentos de crisis, sino que deben ayudar a los inmigrantes ha desarrollarse en «todas las facetas de su vida» durante el periodo que se mantengan en el país.
«Acoger, proteger, promover e integrar» han sido las pautas que el cardenal ha dado a los líderes políticos y la ciudadanía, en referencia al discurso del Papa Francisco en las negociaciones en las Naciones Unidas para la realización de un Pacto Mundial sobre los refugiados.
Conceder a los refugiados y solicitantes de asilo la libertad de circulación y permisos de trabajo; involucrar a la comunidad local a la acogida; favorecer políticas de creación de negocios o Internet, han sido algunas de las peticiones del cardenal a los líderes políticos.
«En este mundo globalizado hemos caído en la globalización de la indiferencia» ha asegurado Osoro y ha añadido que las personas que «huyen en la aventura migratoria» sólo desean llegar «a buen puerto con el anhelo de un futuro mejor». En el acto también ha participado la catedrática de Ética y Filosofía Política Adela Cortina quien ha pedido a los actores políticas, económicos y ciudadanos que marquen de forma «urgente e importante» la inmigración como uno de los principales objetivos a resolver.
Ha criticado a aquellos que emplean el «efecto llamada en el mal sentido» porque se debería interpretar como un «efecto solidario» que debería expandirse en la casa común que debería ser Europa y guiarse por un «futuro democrático que no rechace a nadie».
