En una entrevista en Antena 3, ha evitado pronunciarse sobre si él realizaría el proceso de exhumación, que el Gobierno prevé para este mes, si llega a gobernar y ha reprochado que «van a hacerlo para que pase en campaña electoral», por lo que no quiere «contribuir a la división que pretende el PSOE». Para Casado, los españoles no están pendientes de esta cuestión porque «se dan cuenta de que lo que pasó hace 50 años en España no les va permitir llegar mejor a final de mes» y ha añadido que él, por su parte, está más preocupado por lo que pasa con los «dictadores vivos» como los de Nicaragüa, Venezuela y Cuba.
Ha destacado que tanto los socialistas Felipe González y Alfonso Guerra, como Santiago Carrillo y Dolores Ibarruri, se dieron un abrazo de «las dos Españas» para restañar heridas y olvidar «una de las etapas más negras» del país, por lo que él prefiere quedarse con esa «reconciliación» y no la «división» que cree que busca el PSOE. Casado también ha insistido en su negativa a facilitar una investidura del presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, o realizar un acuerdo con los socialistas y Ciudadanos porque el PP «es la alternativa».
En este sentido, ha respondido al líder de la formación naranja, Albert Rivera, que ofrece hoy en una entrevista en La Razón un «pacto por escrito por España» tanto al PP como al PSOE, que «es tarde» para una convergencia preelectoral, tras haber rechazado formar la coalición España Suma con los populares.
