El consejero de Asuntos Sociales, Salvador Victoria, visitó el Centro de Apoyo a la Familia (CAF) de Majadahonda, un equipamiento social que, en los dos meses que lleva en funcionamiento, atendió de manera gratuita a 347 personas. De ellas, más de 200 fueron informadas por medio del teléfono, mientras que las casi 150 restantes recibieron apoyo profesionalizado en persona. La previsión para el conjunto de año es alcanzar más de 1.500 familias.
Victoria, que estuvo acompañado del alcalde de Majadahonda, Narciso de Foxá, y el presidente de la Fundación Altius, Pablo Aledo, recordó que este recurso “es una buena muestra de la importancia que para la Comunidad de Madrid tiene la familia como auténtica red de apoyo para las personas”.
El CAF de Majadahonda, situado en un local cedido por el Ayuntamiento de la localidad que ha sido adaptado para su nuevo uso, cuenta con un equipo multidisciplinar compuesto por psicólogos, abogados, mediadores familiares y trabajadores sociales. Su objetivo es ofrecer apoyo a las familias en aquellos conflictos que puedan surgir en la convivencia habitual de sus miembros, así como informar, orientar y asesorar en diferentes aspectos.
Durante mayo y junio, los dos meses que lleva en funcionamiento el CAF de Majadahonda, estos profesionales han efectuado cerca de 220 sesiones, que además de las posibilidades ya mencionadas, ofrece una escuela de familia.
Labor multidisciplinar
Este recurso público cuenta con tres unidades: orientación psicológica, en la que profesionales en esta materia ofrecen a los usuarios pautas y herramientas para mejorar la comunicación y la convivencia en el hogar; asesoramiento jurídico, a disposición de las familias en asuntos como separaciones, herencias, adopciones o acogimientos; y, finalmente, un equipo de mediación familiar, que ejerce de árbitro en conflictos familiares, ayudando a sus miembros a solucionarlos y fomentando el diálogo.
Además, el centro dispone de una escuela de familia, en la que los interesados pueden asistir a talleres, tertulias y otro tipo de actividades que potencian las habilidades para mejorar en comunicación, toma de decisiones, resolución pacífica de conflictos, etc.
Hasta la fecha, el servicio más demandado es la orientación psicológica, por ser el más conocido para el usuario, pero es a través de la mediación familiar por el que se resuelven mayor número de conflictos.
La atención a los usuarios se presta de lunes a viernes, en horario de 10:00 a 20:00 horas, aunque el servicio se adapta a las necesidades de cada familia.
Perfil del usuario
Por otra parte, es preciso destacar que la familia tipo que acude al CAF de Majadahonda reside en la zona noroeste de Madrid, presenta un nivel económico medio, tiene dos hijos o más y demanda apoyo en cuestiones de pareja (incluyendo las que están en vías de separación o que, una vez consumada la desunión, quieren mejorar sus relaciones familiares) o referidas a la relación entre padres e hijos adolescentes.
En cuanto a los talleres, cabe resaltar que los que tienen mayor número de asistentes son ‘Cómo convivir con adolescentes’, ‘La pareja’ y el que versa sobre inteligencia emocional.
Asimismo, el taller ‘Crecer jugando’, en el que participó Victoria y trata de fortalecer el vínculo entre padres e hijos, así como potenciar la creatividad de éstos, está teniendo una acogida positiva y se espera que la demanda siga creciendo en los próximos tiempos.
A pesar de la juventud del servicio, el grado de satisfacción de los usuarios supera la nota de ocho en una escala del uno al diez.
Más de 8.600 personas atendidas en el otro CAF
La Comunidad de Madrid cuenta desde 2007 con el Centro de Apoyo a la Familia ‘Mariam Suárez’, ubicado en la capital y en el que se han atenido a más de 8.600 personas y casi 5.500 familias desde su entrada en funcionamiento.
Durante la visita, Salvador Vitoria recordó que el CAF de Majadahonda se suma a un programa transversal de apoyo a la familia que incluye distintas acciones, como por ejemplo una red de 43.000 plazas públicas para la educación infantil; deducciones en el IRPF por el nacimiento y adopción de hijos o por el acogimiento de menores; prestaciones para familias en riesgo de exclusión; ayudas para el transporte, la escolarización o la vivienda, así como recursos sociales para atender a menores con discapacidad.
