«Nos estamos jugando en lugar de dar un paso hacia delante dar dos pasos hacia atrás», ha advertido Aguado, que considera que tras el «batacazo» del PP en las elecciones generales este partido «no puede liderar un Gobierno». En alusión a varias declaraciones realizadas por Díaz Ayuso en las últimas semanas, Aguado ha dicho que no quiere «más empleo basura» ni «atascos», y ha agregado que él ni se está «confundiendo de adversario» ni pretender perder «ni un segundo en ocurrencias».
«A nadie se le escapa que hoy por hoy Ciudadanos es el nuevo voto útil, el único voto útil», ha apuntado en su intervención en el acto en el que Cs ha presentado su candidatura a las elecciones europeas, y en el que también han participado el presidente del partido, Albert Rivera; su candidata a la Alcaldía de Madrid, Begoña Villacís; y los integrantes de la lista europea Luis Garicano y Maite Pagazaurtundúa.
Aguado ha llamado «a todos los madrileños que creen en la libertad» a aglutinar el voto en torno «al centro liberal» que encarna Ciudadanos, y ha subrayado que el 26 de mayo, fecha de las elecciones, «está prohibido quedarse en casa». «El 27 de mayo será tarde para lamentaciones (…) y para ir a la oficina con la cabeza gacha», ha recalcado el candidato, quien espera que Madrid envíe un mensaje claro al presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez: que no quiere «sus políticas fiscales» ni «guiños al independentismo» ni «intervencionismo».
A juicio de Aguado, las elecciones del 26M serán «trascendentales» y definirán el «modelo» a seguir por la Comunidad de Madrid en los próximos años, que según el candidato de Ciudadanos podría convertirse en un «infierno fiscal». Ha defendido, asimismo, que el partido naranja es «la casa correcta» para cualquiera que crea en «un proyecto de país libre, unido y diverso».
Y se ha mostrado optimista de cara a los comicios autonómicos, dado que en los generales Ciudadanos superó al PP en la Comunidad de Madrid por más de 80.000 votos, resultado que a Aguado le dejó «un sabor agridulce» ya que, por culpa de otras formaciones que «no hicieron los deberes y se pegaron el batacazo de su historia», no se cumplió el «objetivo» de «echar a (Pedro) Sánchez» del Gobierno.
