Agentes de la Policía Nacional han detenido “in frangati” en una calle de San Blas a cuatro atracadores que acababan de asaltar una joyería en Morata de Tajuña disfrazados de empleados de la limpieza. De esta forma se ganaron la confianza de los dueños que les franquearon el acceso a la joyería. Se han recuperado la totalidad de las alhajas sustraídas, así como los uniformes con los que se disfrazaban, una pistola, su cargador y los cartuchos. Los atracadores habían ocultado las joyas en el trastero del abuelo de uno de los detenidos.
Los hechos tuvieron lugar en la tarde del pasado miércoles. Una llamada de la Guardia Civil a la Sala del 091 de Madrid informaba de un robo con violencia e intimidación con arma de fuego en una joyería de la localidad madrileña de Morata de Tajuña en el que los autores se habían dado a la fuga con dirección a la capital.
Una banda conocida
Los agentes del Grupo I de la Brigada Provincial de Policía Judicial que se hicieron cargo de las pesquisas identificaron el vehículo en el que huyeron como el perteneciente a una banda organizada que asaltaba joyerías, entidades bancarias y furgones blindados.
Rápidamente, los investigadores localizaron al automóvil en una calle de San Blas. De él descendieron tres individuos quienes tras extraer varias bolsas del vehículo se reunieron con un cuarto miembro de la banda. Posteriormente accedieron a una vivienda que abandonaron instantes más tarde, a bordo de dos vehículos, ya sin las bolsas. Los agentes iniciaron un seguimiento discreto de ambos automóviles por si pudiera conducirles a otros miembros de la banda. Apenas unos minutos después les interceptaron y procedieron a la detención de los cuatro atracadores. Uno de ellos, para evitar ser identificado, se había afeitado la perilla que llevaba cuando asaltó la joyería de Morata de Tajuña.
Se desplazaban desde Argentina
Los agentes consiguieron recuperar la totalidad de las joyas sustraídas que los ahora detenidos habían ocultado en un trastero propiedad del abuelo de uno de los detenidos. También intervinieron unos uniformes de empleados de la limpieza con los que se disfrazaban para ganarse la confianza de los dueños de los establecimientos, así como una pistola con su cargador y cartuchos.
Uno de los detenidos se encontraba en la actualidad fugado de prisión por atracos a joyerías en tanto que otro de ellos estuvo implicado en el robo a un furgón blindado en el centro comercial Plenilunio en 2008 en el que logró un botín de 300.000 euros en efectivo. Esta banda organizada estaba compuesta por individuos que se desplazaban desde la localidad argentina de Córdoba a España durante un breve periodo de tiempo y cometían un gran número de hechos delictivos, centrándose principalmente en joyerías, entidades bancarias y vehículos de transporte de caudales.
