Agentes de la Policía Nacional han detenido a un individuo como presunto autor de varios delitos de falsificación de documentos y otro estafa. El arrestado, que cobraba entre 3.000 y 3.500 euros por documento, falsificaba principalmente pasaportes y tarjetas de residencias de extranjeros plasmando su propia impresión dactilar. Posteriormente, éstos eran utilizados como documentación acreditativa de identidad en compras y financiaciones. En el momento de su detención, tenía en vigor 13 reclamaciones por estar implicado en hechos similares en distintas ciudades de España.
Misma huella en cada documento
La investigación comenzó el pasado mes de agosto. Los agentes tuvieron conocimiento de la existencia de un individuo dedicado a la falsificación de tarjetas de residencia, pasaportes y otras documentaciones válidas para extranjeros. Las pesquisas condujeron a los agentes hasta su domicilio situado en la madrileña localidad de Parla. Allí pudieron comprobar el gran trasiego de personas que entraban y salían del inmueble y el escaso tiempo que permanecían en el interior. Además, adoptaban numerosas medidas de seguridad para evitar ser vistos por terceras personas o por la propia Policía.
Tras varias gestiones, los agentes pudieron determinar que en la vivienda se disponía de un “laboratorio” completo con útiles para la elaboración de las documentaciones, como máquinas de prensado y sellado al vacío, tarjetas vírgenes, impresoras, fotografías, ordenadores, plásticos, máquina de sellado, etc. El arrestado cobraba entre 3.000 y 3.500 euros por cada documento “fabricado” y plasmaba su impresión dactilar en todos ellos.
