Las indemnizaciones por nieve no están contempladas por el Consorcio de Compensación de Seguros, según advirtió un portavoz.
El Consorcio de Compensación de Seguros (CCS), adscrito al Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, informó que «no tiene estimados daños» por ‘Filomena’.
Asimismo, afirmó que «no contempla indemnizaciones» por las afectaciones en la Comunidad de Madrid, pues las nevadas no figuran como riesgos extraordinarios.
De igual manera, el CCS aseguró que su acción es «independiente» de la posible declaración de zona catastrófica en la región.
A juicio del consorcio no hay «habilitación legal» para indemnizar estos daños, y aseveró que las verdaderas consecuencias que afrontará por la nevada «se conocerán más adelante».
El CCS puntualizó también que entre los eventos que dan lugar a su actuación figuran inundaciones, embates de mar o tempestades de viento superiores a los 120 km/h.
«Las nevadas no se encuentran incluidas en la relación de los riesgos extraordinarios que indemniza el CCS», dijo un portavoz a Europa Press.
En ese sentido, agregó que «ni los daños a las personas, ni los daños materiales, ni la pérdida de ingresos o lucro cesante que produzcan las nevadas pueden ser indemnizados por el CCS».
En el caso de personas o bienes asegurados, desde el consorcio señalaron que los afectados «deberán dirigirse a su entidad aseguradora».
Indemnizaciones que sí contemplan
A pesar de que el CCS no indemniza daños producidos por la nevada ni por su inmediata transformación en hielo, su portavoz explicó que sí contemplan daños derivados del deshielo.
«El CCS sí indemniza los habituales daños derivados de la inundación del terreno por deshielo posterior», explicó.
Descartó por el contrario los daños producidos por el peso de la nieve en inmuebles, tendidos de red eléctrica, caídas de árboles, aludes o accidentes en desplazamientos por la nieve helada.
En esa línea, resaltó la importancia de no confundir los daños por inundación con anegamiento del terreno, con daños por filtraciones de agua de deshielo.
Como ejemplo puso filtraciones en tejados, azoteas o ventanas, las cuales no constituyen una inundación.
