La magistrada responsable del Juzgado de Instrucción número 2 de Torrejón de Ardoz ha dictado un auto por el que acuerda tramitar como un delito leve de coacciones la denuncia presentada el pasado mes de marzo por el exmilitante del PP, Alejandro Perea, contra el actual consejero de Transporte, Pedro Rollán. El motivo de la querella de Perea se debe a que éste era apoderado -acreditado- en las primarias a la Presidencia del PP autonómico el pasado 12 de marzo, en las que salió elegida la actual regente de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes.
Según ha explicado Perea a El Distrito, cuando acudió a la sede de Torrejón de Ardoz, uno de los municipios clave para la captación del voto en el proceso interno del grupo conservador en la región, el consejero y su sustituto en la Alcaldía en el Ayuntamiento torrejonero, Ignacio Vázquez, le cogieron y empujaron sin mediar palabra fuera del centro. Ya fuera del centro, Rollán y Vázquez le preguntaron en tono insultante: «¿Qué cojones hacía yo allí?». Perea les respondió que era apoderado, a lo que contestaron con un «no eres ya afiliado, estás expulsado».
Sin embargo, la expulsión de Alejandro Perea no se le notificaría hasta dos meses después de los comicios, el 15 de junio, por lo que éste defendía su participación. Es más, después de la actuación del consejero y el mandatario en cuestión, el denunciante contactó con el entonces gerente del partido en Madrid, Guillermo Mayoral, y la secretaria del Comité de Organización del Congreso, quienes le informaron que ni Rollán ni Vázquez estaban autorizados para impedirle actuar como apoderado.
Entre idas y venidas y llamadas a los autores de los «insultos y amenazas» a Perea, según relata este último, finalmente se le permitió intervenir para fiscalizar el proceso electoral. Sin embargo, hasta ese momento habían transcurrido dos horas, un tiempo que, como advierte Perea, podría haber enviciado las primarias en la sede de Torrejón de Ardoz. Y es que el propio exmilitante conservador, miembro del equipo del candidato rival de Cristina Cifuentes, Luis Asúa, había acudido como apoderado para evitar cualquier tipo de irregularidad en los comicios, como ya ocurriese en otros procesos en la localidad -apostilla Perea-.
En la denuncia se indica además que se dispusieron dos tacos de papeletas, que «deben estar en blanco», pero que unas cuantas tenían el nombre de Cristina Cifuentes. Perea sostiene en su denuncia que «la libertad, secreto y discrecionalidad» del voto se vio enturbiada al situarse Rollán y Vázquez frente a la mesa de las papeletas, por lo que los militantes se podrían sentir «coaccionados o influenciados» de manera «directa o indirecta a la hora de escribir el nombre». «También se observa varias veces a Rollán y a Vázquez acompañar a afiliados a la mesa de las papeletas y luego acompañándoles a la mesa electoral«, concluye en la denuncia.
Azote de prácticas «irregulares»
El desencuentro entre el consejero de Transportes y el alcalde de Torrejón con Perea sólo vendría a corroborar la campaña de acoso y derribo que este último asegura haber sufrido por denunciar la supuesta red clientelar del PP en el municipio, así como las supuestas «irregularidades» del partido; motivo por el cual, Perea habría sido expulsado. Sobre este asunto, el denunciante aclara ser «leal a los principios del Partido Popular, pero no a sus líderes, que sólo buscan el acomodo del sueldo público. No soy partidario de familias en política». Es por ello que Perea califica la expulsión de «ilegal», y ha informado que recurrirá la decisión.
En esta línea, el ya exmilitante sostiene que su salida de la formación conservadora se debe a sus críticas frente a prácticas de nepotismo a familiares del vicealcalde de Torrejón de Ardoz, José Luis Navarro, a quien le atribuye el bastón de mando de Alcaldía: «El actual alcalde -Ignacio Vázquez- es un muñeco en sus manos. En el partido todo se debe bajo la familia Navarro, que son quienes hacen y deshacen a su antojo«.
Asimismo, Perea ha advertido de supuestos trasvases en los presupuestos; en concreto en el apartado de los festejos. «Presupuestan 1,5 millones de euros de cara a la galería para decir que se paga menos que durante la etapa socialista y luego se hacen trasvases como el de Navidad de 300.000 euros, u otro contrato por valor de 650.000 euros adjudicado a dedo aludiendo exclusividad… enchufismo en las concejalías de Empleo e Inmigración, etc».
Todas estas críticas a la gestión del partido en el que el propio Perea militaba le han llevado, según lamenta, a estar en el punto de mira. A pesar de haberle trasladado todas estas supuestas anomalías a la cúpula de Cristina Cifuentes -incluso Perea concertó una entrevista con la propia presidenta regional para trasladarle lo que sucedía en Torrejón de Ardoz-, lo único que ha conseguido ha sido que él y afiliados discordantes con la actual dirección del PP en la localidad hayan sido «amenazados, sufrido robos en sus casas, insultos… Sin ir más lejos, a pesar de mi currículum intachable y sin ninguna queja, obligan a mis jefes de la empresa privada, donde estaba dando clases de ordenador desde hacía seis años, a despedirme por motivos políticos».
Es por ello que el propio Perea pone en entredicho la política de “regeneración” de la que hace alarde la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, al permitir que estas prácticas se continúen después de haber sido puestas en conocimiento de la dirección del partido.
